De
igual manera, se hace énfasis en un mundo globalizado, multicultural,
intercultural e incluso postnacional. Sin embargo, algunos de estos términos
todavía son difíciles de percibir. Por ello la definición de cultura en el
marco de la interculturalidad resulta de importancia fundamental, en tanto es
parte del marco de referencia que permite su ubicación en los diferentes
contextos y momentos históricos, por los cuales ha transitado el concepto en
cuestión.
Así
mismo, de acuerdo a García (1992) define que la cultura es “la totalidad de las
creencias aprendidas, herramientas y tradiciones compartidas por un grupo de humanos
para dar continuidad, orden y significado a sus vidas; consta de las
experiencias y productos acumulados por un grupo”. Igualmente Striveng (1992)
define la cultura como: aquellos fenómenos que crean un sentido de identidad
común entre un grupo en particular, un lenguaje o dialecto, fe religiosa,
identidad étnica, localización geográfica; factores que dan lugar a
comprensiones, reglas y practicas compartidas que gobiernan el desarrollo de la
vida diaria.
En este sentido, si bien es cierto que la cultura
para efectos de esta investigación se entiende que se es intercultural en la
medida en que se exhiban competencias de cada cultura. Es de hacer notar, que
son estos los protagonistas de una nueva forma de relacionarse que nos comienza
a envolver: la nueva forma es la “interculturalidad”.
Dando a conocer la cultura Wayuu a los alijunas. |
Así
mismo, Ana María Guasch identifica la interculturalidad refiriéndose al
intercambio de cultura a través de las naciones, a eliminar las diferencias
entre lo local y lo universal, en la medida en que los acerca cada vez más. La
interculturalidad para ella estaría más cerca del concepto de
transculturización que plantearía Fernando Ortiz en la primera mitad del siglo
XX.
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